¿Recordáis nuestro post acerca de ‘El poder del neuromarketing en retail’? Pues los retailers y profesionales del marketing ya tienen otra nueva forma de obtener datos acerca de la experiencia de compra, reposición de productos y comportamiento de los clientes en tienda.

Desde hace un tiempo los EyeSee han entrado en nuestras tiendas. Se trata de unos maniquís biónicos que tienen una cámara en las cuencas oculares con reconocimiento facial instalado. La tecnología permite registrar el sexo, edad y raza de quien pasa por su lado.

Minority retail
La ventaja de estos maniquíes frente a las cámaras tradicionales es que al situarse al mismo nivel de vista que los clientes, son más precisos en la captación de datos y comportamiento. Aunque también se habla de que pudieran estar entrometiéndose en la privacidad de los clientes, que por otra parte es el mismo debate que con el neuromarketing.

Sea como fuere, las marcas están empezando a mostrar interés en estos maniquíes. Tanto es así, que Almax (empresa fabricante) ¡se está planteando incorporar orejas en los próximos modelos! Parece una locura, pero ciertamente se podría obtener una información muy valiosa escuchando las conversaciones entre los clientes. Lo que por otra parte, sí es una intromisión en la privacidad, ¿no os parece?

Los maniquíes no capturan imágenes, simplemente datos, por lo que sería legal utilizarlos en cualquier tienda con licencia y un circuito cerrado de televisión. Además los retailers se están planteando ofrecer descuentos y promociones a los clientes que aceptaran ser grabados voluntariamente, lo que parece un trato justo…

Una de las tiendas que ya disfruta de los EyeSee declaró que cambió su escaparate al darse cuenta de que los hombres gastaban más que las mujeres en los dos primeros días de rebajas. Y otra por ejemplo advirtió que después de las 4 de la tarde su público más afluente era asiático, por lo que contrataron una empleada con conocimientos de chino.

Para los negocios tradicionales, esto podría ser una herramienta para competir contra los negocios online y sus bases de datos, ya que igualarían las condiciones al proporcionarles datos para realizar perfiles de los consumidores, etc. Aunque para los consumidores… es un poco escalofriante, ¿no creéis?

Nosotros, por ahora, nos quedamos con los maniquíes de toda la vida: aquellos que nos muestran los productos sin esperar más que un poco de atención a cambio. Esos que lucen los accesorios y que nos seducen visualmente, como éstos, que no nos escanean ni nos clasifican en bases de datos para, posteriormente, atraernos de nuevo para recabar nueva información.

Y vosotros, ¿con qué os quedáis?

Podréis encontrar más info aquí, aquíaquí, e incluso aquí.

Photo credit: rubberdreamfeet via photopincc